Archivo mensual: julio 2012

Un extraordinario ejemplo de estupidez

Según el famoso economista italiano Carlo M. Cipolla, la diferencia entre una persona malvada y una estúpida es que la persona malvada hace el mal al prójimo para obtener un beneficio, y una persona estúpida hace el mal al prójimo sin obtener nada a cambio, o incluso obteniendo un perjuicio.

La actualidad política nos proporciona un extraordinario ejemplo de ésto último; me refiero, como no, al exabrupto de Andrea Fabra.

Para los que no sepan de qué va el asunto (recuerden que éste blog se lee fuera de España), lo resumo a continuación: durante el anuncio de unos recortes presupuestarios que afectaban a funcionarios, parados, pensionistas, y un largo etcétera de españoles, una diputada gritó ¡que se jodan!, entre los inexplicables aplausos del partido gobernante.

Evidentemente, un comentario así no reporta absolutamente ningún beneficio a quien lo hace. Sin embargo, sí que trae bastantes problemas; analizaremos a continuación algunos de ellos:

– Cabrear así a los electores potenciales es bastante poco inteligente, sobre todo cuando eres político profesional.

– El uso de sujeto elíptico, unido al contexto (el anuncio de unas medidas que perjudican no solo a los parados, si no a una enorme porción de la población española), hace que sean varios millones de personas las que pueden sentirse aludidas (obsérvese la sutil diferencia entre decir que se jodan y joderos, para mayor admiración de la riqueza de nuestro lenguaje). Salvando pocas distancias, es como si una persona declarase la guerra, por sí sola, a un país pequeño como Bélgica.

– En un país en el que se considera a los políticos una amenaza más peligrosa que la del terrorismo, y que lleva meses pidiendo a gritos una cabeza de turco, significarse de ésta manera es una inconsciencia.

No reparar en todo ésto no solo demuestra muy pocas luces, si no un nulo instinto político.

Por otro lado, su partido, en otro alarde de savoir faire, la defendió en primer lugar negando los hechos, a continuación acusó a la oposición de haber manipulado el vídeo, y finalmente han aceptado, no sin cierto orgullo, que el vídeo no está manipulado y que lo que se oye es lo que se dijo, pero que iba dirigido a la oposición.

Alguien debería explicarle a nuestros políticos que las votaciones, en democracia, no se hacen para joder a nadie.

Alguien debería, también, hacer una colecta para regalarle a ésta panda de torpes unos cuantos ejemplares de El príncipe, de Maquiavelo. Si nos van a joder, al menos que lo hagan bien.