Desde más o menos los años 70 del siglo XX hasta ahora, se ha ido poniendo de moda en el ámbito de la filosofía el llamado pensamiento postmoderno. Como su propio nombre indica, se trata de una novedad tremendamente transgresora y moderna, aunque se parezca sospechosamente al pensamiento medieval. Sus cultivadores llevan toda la vida haciéndose los interesantes, apelando a Mayo del 68 como si de un mantra se tratase y asegurando, al más puro estilo medieval, que nadie puede entender sus escritos sin haber estudiado durante años. El postmodernismo ha extendido sus tentáculos al ámbito de la sociología, la psicología, el psicoanálisis (ésto se veía venir) y también, de forma más sorprendente, al ámbito de las ciencias puras.
He aquí una muestra de lo que ocurre cuando los charlatanes postmodernistas meten sus manazas en la ciencia, cosa que, como digo, hacen con preocupante asiduidad. Es importante añadir que los autores aquí citados son la flor y nata del postmodernismo, y no unos outsiders… vamos, que sus colegas les miran con admiración.
Empieza el espectáculo:
Una de Jacques Lacan:
«…este diagrama [la cinta de Möbius] puede ser considerado la base de una suerte de inscripción esencial en el origen, en el nudo que constituye el sujeto. Esto va mucho más allá de lo que Uds. pueden pensar al principio, porque Uds. pueden buscar alguna suerte de superficie capaz de recibir tales inscripciones. Pueden tal vez, ver que la esfera, ese viejo símbolo de totalidad, no es adecuada. Un toro, una botella de Klein, una superficie cortada al través, son capaces de recibir tal corte. Y esta diversidad es muy importante ya que explica muchas cosas acerca de la estructura de la enfermedad mental. Si uno puede simbolizar el sujeto con este corte fundamental, de la misma manera uno puede mostrar que un corte en un toro corresponde a un sujeto neurótico, y en una superficie al través a otro tipo de enfermedad mental. «
Y otra de Lacan, con numeritos:
«El Organo Eréctil y La Raíz Cuadrada de Menos 1: Así, calculando esa significación según el álgebra que utilizamos, a saber: S (significante) sobre s (significado) = S (el enunciado). Con S=1, tenemos s = Raíz Cuadrada de menos 1. Es así como el órgano eréctil viene a simbolizar el lugar del goce. No en cuanto él mismo, ni siquiera en cuanto a imagen, sino en cuanto parte faltante de la imagen deseada: por eso es igualable a Raíz Cuadrada de menos 1.»
Jean Baudrillard escribe:
«En el espacio euclidiano de la historia, el camino más rápido de un punto a otro es la línea recta, la del progreso y la democracia.»
Bueno… hasta aquí tan sólo parece una metáfora cursi, pero desgraciadamente el párrafo continúa, haciendo que las personas de buena fé nos preocupemos por la salud mental de este pobre y célebre desdichado:
«Pero esto no es válido nada más que para el espacio lineal de las luces. En el nuestro, el espacio no-euclidiano del fin de siglo, una curva maléfica desvía invenciblemente todas las trayectorias. Ligada sin dudas a la esfericidad del tiempo (visible al horizonte del fin de siglo como aquella de la tierra al horizonte del fin de la jornada) o a la sutil distorsión del campo de gravedad.»
Y he aquí mis dos favoritas, de Luce Irigaray:
«La ecuación E = mc2, ¿es sexuada? Puede que sí. Supongamos que lo es en la medida en que privilegia la velocidad de la luz frente a otras que nos son menos necesarias.»
Y esta última sobre dinámica de fluídos:
«El privilegio de la mecánica de sólidos sobre la de fluidos, y las dificultades de la ciencia con el flujo turbulento, se debe a la asociación de los fluidos con lo femenino. Mientras los hombres tienen órganos sexuales protuberantes que se ponen rígidos, las mujeres tienen aberturas que liberan sangre menstrual y fluido vaginal. Aunque los hombres en ocasiones también fluyen al expeler semen esto no se enfatiza. Es la rigidez del órgano masculino lo que cuenta, no su complicidad con el fluir. Estas idealizaciones se reinscriben en las matemáticas, que conciben los fluidos como planos laminares y otras formas sólidas modificadas. Así como las mujeres en las teorías y el lenguaje masculino existen sólo como no-hombres, los fluidos han sido erradicados de la ciencia, existiendo sólo como no-sólidos. Desde esta perspectiva, no es raro que la ciencia no haya sido capaz de construir un modelo exitoso de la turbulencia.»
Los postmodernistas sostienen que la ciencia es un relato que se acepta por convención social, y que por tanto, está en pie de igualdad con las sandeces que ellos se inventan. Sostienen además, que los hechos importan un bledo. Nótese que ésto viene a decir que si mañana decidimos que no existe la gravedad, entonces dejará de existir. Le conceden además una extraordinaria importancia al lenguaje, probablemente porque hablar y escribir es lo más difícil que saben hacer (y no muy bien, como ha quedado demostrado). A ellos les debemos, entre otras muchas lindezas, la genial idea de que el maltrato a la mujer tiene causas lingüísticas (ver aquí).
El único hecho irrefutable para ésta gente es que ellos siempre llevan razón.
¿1670 o 1970?
En 1996, un físico llamado Alan Sokal envió un artículo deliberadamente absurdo a la famosa revista postmoderna Social Text, pero que copiaba el estilo y maneras de los postmodernos, a saber: apelaba constantemente y de forma absurda a conceptos de la física moderna, la bibliografía era más extensa que el propio texto, las frases eran larguísimas y tremendamente abstrusas (de hecho, la mayoría ni siquiera tenían sentido)… Para que se hagan una idea, el artículo se llamaba: Transgrediendo las fronteras: hacia una hermenéutica; transformativa de la gravedad cuántica.
El artículo fué publicado por la prestigiosa revista, al mismo tiempo que Sokal hacía pública su broma en otro periódico, con el consiguiente cachondeo por parte de los científicos, y un cabreo que aún dura en las filas de los postmodernos.
Pues eso… si conocen a alguno, no digan que no se lo advertí. Y no se quejen por la extensión del artículo… que no todo puede ser dinamitar ballenas.
Si quieren más información, hay un buen artículo al respecto en Un barco más grande. Ha sido publicado en trozos, aquí tienen el link al primero de ellos.